LA MADONNA NEGATA

La Madonna Negata es un relato exhaustivo y cautivador del culto mariano en Garabandal, un pueblo español de Asturias, entre 1961 y 1965.

La de San Sebastián de Garabandal figura entre las Apariciones Marianas poco conocidas, habiendo sido debidamente desautorizada e incluida en las falsas apariciones por los nueve Obispos sucesivos de Santander y, por tanto, abandonada repetidamente a lo largo de los años a un inmerecido destino involutivo.

Sesenta años después del inicio de este ciclo de apariciones, se presenta una versión actualizada de esta obra clásica de ensayo sobre el trance estático, vista en su contexto histórico y enmarcada en el ámbito de estudios similares sobre Apariciones Marianas, escrita por un investigador apasionado que ha estudiado unos cincuenta casos diferentes en su haber.

Miembros del clero y diversos médicos atestiguaron el estado de éxtasis, según los métodos disponibles en la época y con todo lujo de detalles, en lo que, en los años siguientes, ascendió a unos tres mil episodios posteriores a la Aparición de la Señora. Gran ausente, podemos decir, en la fase de análisis y verificación, resultó ser la Primera Comisión Diocesana encargada de verificar los hechos y que, en efecto, sólo apareció dos veces durante los acontecimientos en cuestión; gran ausente también con motivo del milagro anunciado para el 18 de julio de 1962, documentado no sólo por numerosos testigos sino también por los flashes de un fotógrafo aficionado emocionado.

Este texto, además de ser un instrumento de divulgación sobre lo que la ciencia puede o no puede hacer para responder a la fe, y sobre lo que el cientificismo apegado paranoicamente a la física clásica es incapaz de examinar, quiere ser una muestra de agradecimiento a todos aquellos que, a pesar de la desconfianza y la ignorancia, han estado dispuestos a participar de estos hechos excepcionales.

En Garabandal no hay santuarios ni grandes hoteles, ni existen tenderetes de souvenirs. Los visionarios tomaron cada uno su propio camino en la vida y la aldea se despobló debido a la emigración. La Iglesia espera el Gran Milagro (que parece destinado a producirse en abril de uno de estos años), sin darse cuenta de que tal vez el Gran Milagro sea en parte precisamente eso.